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El edificio que alberga la Casa da Cultura es considerado el más antiguo de la ciudad de Betim. Según una valoración de IEPHA y otras fuentes, su construcción tuvo lugar en el siglo XVIII, lo que significa que fue construida por los primeros habitantes de la ciudad.



Situada cerca de la antigua iglesia de Nossa Senhora do Carmo, ya demolida, se supone que su construcción tuvo lugar en la misma época que la iglesia. Según el historiador Geraldo Fonseca (1975, p. 60), la solicitud de construcción de una capilla para la devoción de Nossa Senhora do Monte do Carmo provino de los vecinos de la región de Bandeirinhas en 1753, siendo contestada en 1754, cuando gracias a construcción de la iglesia, apareció el arraial de Capela Nova de Betim. La casa fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII, en pau-a-pique (madera y estiércol de vaca), y lleva las huellas de las construcciones de la época de los pioneros.



La casa fue utilizada en un principio como posada para tropeiros que venían de Goiás y São Paulo hacia Sabará y otros centros mineros. Según la geógrafa Terezinha Assis (1997, p. 11), la posición estratégica del entonces campamento, ubicado entre la región minera de Rio das Velhas y las minas Pitangui, significó la instalación de un puesto de intercambio de tropas en el sitio, además de favorecer el desarrollo agrícola como fuente de abastecimiento de las zonas mineras. Aproximadamente en 1766, Capela Nova fue sede de una de las Compañías del Primer Regimiento de la Caballería Auxiliar de Sabará. Años más tarde, a partir de 1781, se creó el Regimiento de Infantería de la Capela Nova do Betim, extinguido en 1788, por decreto de la Reina María I.

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